Solamente los laboratorios de Carl Sagan en Terasa tienen permiso para experimentar con la enorme fuerza de los gravitones. Nadie ha entendido aún estos peligrosos elementos. El comercio de Gravitones fué prohibido desde que un terrible accidente hirió un gran número de personas. Realizando una serie de arriesgados experimentos en el sistema Draconis los científicos han descubierto un asombroso comportamiento al combinarlos con el Artefacto recientemente completado. Un agujero de gusano fué creado pero su inestabilidad lo hizo colapsar tras unos minutos. Desde entonces los científicos de Carl Sagan están trabajando para controlar el fenómeno.
Parece ser que esos gravitones son útiles a la hora de crear anomalías controlables. Estos elementos ricos en energía son obviamente capaces de modificar la estuctura molecular de los metales de manera temporal. Un equipo consigió utilizar esta propiedad para mejorar la estabilidad de las superficies metálicas durante algún tiempo. Actualmente unos prometedores test parecen mostrar una mejora positiva en la aplicacción en componentes laser.
Los científicos confian en ser capaces de controlar los efectos positivos de los gravitones en un futuro cercano. A pesar de ello permanecerán ilegalizados. El enorme poder mostrado en los experimentos de Draconis han generado el rechazo al tráfico incontrolado de esta mercancía.